7000 millones

El Fondo de Población de la ONU escogió el 31 de octubre de este año para señalar que habíamos llegado a 7 000 millones de seres humanos vivos sobre el planeta. Este es un cálculo más bien simbólico. Es solo anecdótico el que una bebé filipina, Danica May Camacho, haya sido signada con esa cifra. Su selección es obra a medias del azar y a medias del no muy escrupuloso juego periodístico sensacionalista.

En el ámbito de la biología, las cifras ‘astronómicas’ tienen que ver más bien con las poblaciones de organismos ‘inferiores’. En un grano de polvo hay tantas bacterias como seres humanos sobre el planeta. No es el caso de los grandes mamíferos. Mas el problema no es el número, sino la proporción entre la cantidad de seres humanos y la Tierra.

Ha de verse en la fecha escogida, 31 de octubre de 2011, una alerta. ¿Qué pasa con las tendencias demográficas, con el crecimiento de la población, de cara a los recursos de que dispone la humanidad: alimentos, agua, energía, vivienda, condiciones sanitarias, educación? ¿Qué sucede con ese crecimiento frente a las presiones sobre la biodiversidad, frente a la responsabilidad de los seres humanos con otras especies?

¿Qué responsabilidades tenemos hoy frente a los seres humanos que nacerán a lo largo de este siglo y de los próximos? Hace muy pocos años se pudo decir que habíamos cruzado como humanidad un límite: había entonces más humanos vivos, unos 6 000 millones, que la totalidad de los seres humanos que habían muerto en el pasado. ¿Qué significa que podamos hacer estas cuentas, cómo asociar la cuenta a la responsabilidad frente a la vida?

Se calcula que el 40% de la población del planeta vive en la pobreza, con menos de 2 dólares diarios. El mayor crecimiento demográfico se produce en los países y los grupos humanos más pobres. En los últimos 12 años la población ha crecido en 1 000 millones, una sexta parte. ¿A cuántos seres humanos puede albergar la Tierra?

Hay una crisis alimentaria mundial: incremento de precios, inundaciones y sequías que limitan la producción de alimentos. Efectos del cambio climático. Crisis energéticas, incremento de biocombustibles que restringen las áreas agrícolas destinadas a la alimentación. Se perciben ya los conflictos por recursos como el agua. Hay crisis en las grandes ciudades, que se tornan inmanejables. Crisis que se agudizan en los lugares con mayor crecimiento poblacional relativo (África subsahariana, India). ¿Estamos frente a un escenario de nuevas catástrofes? Al parecer, las formas económicas, políticas y sociales actuales no están en condiciones de responder a la presión demográfica . Se requiere una racionalidad distinta a la que gobierna para acometer problemas globales.


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